Fragmento de mi libro...

Amor escalofriante... pasión intensa similar al fuego... amor a tu propia amenaza...

Sus ojos erizaban los cabellos de mi nuca. Tan rojos como la sangre, tan potentes como el fuego y tan atemorizantes como su propia persona. Mi respiración comparada con la suya era similar a la de un conejo asustado, su miedo era nulo y el mio enorme, mi cuerpo temblaba y el suyo descansaba tranquilo sobre aquel viejo sofá. La desesperación inundo mi pecho al ver que se levantaba y cerré los ojos para solo escuchar el sonido de sus botas dar enormes zancadas... lo amaba y por ello debía entregar mi vida, no importa si el no me corresponde ni tampoco que esto sea otro "trabajo" igual a los demás, solo quería su felicidad y si mi sacrificio significa el inicio de aquello... lo haré sin protestar. Desde un principio supe que este sentimiento era la misma manzana que eva mordió y aun así deje que siguiera creciendo, se ha vuelto tan enorme ha hechado tantas raíces que me he vuelto el mismísimo árbol prohibido. Pero no puedo evitarlo ni se como hacerlo, solo me queda amarlo ahora y toda la eternidad...

-Elaine...-

Arrugue la frente al escuchar mi nombre y crispe los musculos al sentir su aliento en mis mejillas. No abriria los ojos, no queria llorar pidiendo algo que jamas tendria. No era piedad, porsupuesto que no, si no compasion y aunque sea una pisca de dolor... para no sentirme tan miserable. Inhale una bocanada de aire inflando mi pecho para alentarlo... pero aun asi nada llegaba.

-Elaine... -Volvio a llamarme mas ronco que nunca- Lo siento... -

No esperaba mas.
Asenti y sonrei silenciosamente. Entonces comenzo... su mano afirmo mi espalda y su garra toco mi pecho el cual se agito como un tambor. Aprete los parpados esperando el dolor y este jamas llegaba... ¿Porque?

-Baltazar... -Gemí entreabriendo los ojos-

-De verdad lo siento... -Gruño observandome fijamente con aquellos ojos punzantes llenos de ira roja-

-Que... ocurre... -Susurre apenas con un hilo de voz-

Apretó los labios bajando la cabeza. Me incline buscando su mirada y jalo mi mano para cerrar sus labios sobre los mios, su garra subió del pecho a mi nuca y su mano atrapo mi antebrazo. No pensé nada mas, quede en blanco como siempre tratando de seguir sus ansiosos besos tan feroces y desesperantes. Nuestras bocas chocaban una y otra ves mientras el escaso aliento danzaba entre cada corta separación. No podía respirar ni tampoco quería hacerlo, no podía moverme ya que el siempre deseaba tener el control. Era una gacela a la merced de un león, una torpe presa que corre a refugiarse en los brazos de su depredador.
Mis dedos se enredaron en sus cabellos mientras su boca abandonaba la mía para apoderarse del cuello... respire entrecortadamente, tan turbada y mareada que ni siquiera podía abrazarlo del todo. Su aliento refresco mi piel y su voz cegó mis sentidos... 

-No puedo hacerlo, no puedo matarte... -Dijo en un rugido- 

Volví a cerrar los ojos deseando no poder escuchar. Apreté su camisa entre mis dedos y solloze palabras inaudibles... no importaba mi voluntad sino la suya... después de todo ya no pertenezco a la vida por enamorarme de la muerte...

Dedicado a mi one para que encuentre inspiracion!