Recuerdas... aquel beso con los labios resecos...?

Me gusta el invierno. Percibo su aroma frió y caricia escalofriante. De mis labios sale aliento y lo convierte en una pequeña nube ... algo químico, algo físico, para mi es simple magia de un invierno imponente lleno de hermosura insensible. Mi nariz se enrojece debido a su aliento, y mis dedos se crispan intentando recuperar el calor que se les arrebata. Perspicaz ladrón de calidez... atraviesa bufandas deseoso de abrazar y ser abrazado. Cuanto desearías besar el verano y bailar entre los pétalos de la primavera, cuanto desearías con tus resoplidos lograr objetivos como en una pataleta. Llores cuanto llores, refunfuñes y refunfuñes siempre seras una fría caricia en los rostros de quien te enamoras y besas. Un invisible amante del calor que llora gotas de lluvia. Un bipolar bailarín de los cielos que sacude sus emociones sobre la tierra.

Bienvenido risueño invierno, hermoso y pasional danzante.

Quizás ambos debiésemos dejarnos ir...

Eres… una nube danzante y esponjosa. Cambias de forma solo para hacerme reír, sigues cada paso que doy mientras peinas mis cabellos con el viento. Como he de saber que aquella refrescante brisa es el peine de tus grotescos dedos… Sabes que de pequeña no se distinguir lo real sobre algo de plástico. Como esperas que te encuentre, si apenas se dónde estás volando. Por favor no te pierdas, porque eso significa mi propia perdición. Aún recuerdo el aroma de tu perfume… pino y gasolina.

 Como olvidar… si yo no me lo permito, como no arrepentirme… si ahora estoy llorando, como no lamentar… si tu nombre es un sollozo ¿Debo aun creer que existes? ¿Debo aun soñarte? ¿Debo aun esperar…?

Mientras el soplido de tu perfume siga en mi nariz… sabré que aquí estas ¿Acaso un aroma es eterno? 

Por favor que así lo sea…